Las estufas y chimeneas ya no son patrimonio exclusivo de las casas de campo, cada vez es más frecuente encontrarlas en entornos urbanos o en pisos. El alto precio de otros combustibles frente al precio de la leña, junto a otros factores como el ser una fuente de calor ecológica, han convertido a las estufas y chimeneas de leña en la opción favorita de mucha gente.

Todas estas ventajas no nos deben hacer perder la perspectiva que una estufa o una chimenea descuidadas, pueden suponer un riesgo potencial.

Algunos consejos de seguridad para tu chimenea o estufa

  • La limpieza de tubos, salidas y tiros debe ser regular, la acumulación de hollín o creosota supone riesgo de incendio.
  • No debemos mantener en el perímetro de la chimenea nada que sea susceptible de arder con facilidad como mantas, alfombras o incluso los juguetes de los niños. La leña tambien es mejor tenerla alejada, por comodidad solemos colocar algunos troncos al lado de la chimenea, pero pueden suponer un riesgo.
  • Si tenemos niños, una guardia o protector se hace imprescindible independientemente del tipo de chimenea o estufa que tengamos.
  • El olor a madera quemada es muy agradable, pero no siempre significa que sea bueno. Si una chimenea huele, suele indicar que no está quemando bien.
  • No está nunca de más que instalemos unos detectores de humo o de niveles de monóxido de carbono. No son especialmente caros ni complicados de encontrar.
  • Es parte del encanto de la chimenea…limpia la ceniza de modo frecuente, no dejes que llegue a la rejilla inferior.
  • Procura usar leña con el nivel de secado adecuado, si está verde hará humo y no calentará, si está demasiado seca, consumirás mucha. No uses madera procedente de puertas viejas o restos de las carpinterías, ya que la combustión de disolventes y pinturas suele producir gases tóxicos y puede que estropee la estufa.
  • Las maderas duras como la de encina suelen ser más demandadas, por su duración y por la potencia calorífica de sus brasas. Pero cada tipo de leña tiene habitualmente un uso, no es lo mismo la chimenea o cocina campera de un cortijo, que una estufa para un salón de 25 m2. En consecuencia adaptemos el tipo de leña que consumimos a nuestras necesidades.